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Comodidad y Bienestar |
Uno de los principales objetivos que persigue
el masaje, es proporcionar bienestar y distensión. Para alcanzar esta meta, es
tan importante lograr un entorno ambiental adecuado como una aplicación precisa
del masaje.
Es importante acondicionar un recinto lo más
acogedor posible, con iluminación suave que invite a la relajación, con
predominio de colores pálidos, pero a la vez alegres, y con una temperatura que
ronde los 25 ó 26 ºC .
También es importante que reine el silencio, o
en su defecto, algo de música, siempre del agrado del receptor del masaje.
Si el tiempo acompaña, resulta muy agradable
realizar el masaje al aire libre, siempre que la presencia de insectos y otros
pequeños animales no llegue a molestar al masajista ni al receptor.
Es evidente que para que las manipulaciones
incidan por igual en todas y cada una de las partes de su organismo, lo ideal
es que el receptor del masaje esté desnudo. Pero si esa desnudez puede
provocarle cierto grado de pudor, lo mejor es que opte por ponerse un traje de
baño.
Por último, será igualmente necesaria una
preparación correcta del encargado de realizar el masaje, tanto para antes como
para después de la sesión.